En Le Tanneur, buscamos las mejores materias primas y trabajamos con maestría el cuero conocido como « de plena flor ». Es la parte más noble del cuero y la que privilegiamos. Así, el 100% de los cueros utilizados en nuestra colección Otoño-Invierno 25 provienen de curtidurías certificadas por el Leather Working Group (LWG), un sello encargado de evaluar las curtidurías de todo el mundo.

Nuestros talleres asociados, situados en Europa, África del Norte o Asia, han firmado la Carta Ética de Le Tanneur. Cada nueva temporada, tenemos la voluntad de privilegiar la producción en nuestros talleres ubicados en los Países del Loira y ofrecemos colecciones como Madeleine, Louise o el Sans Couture, todas fabricadas en Francia.

Le Tanneur se asegura, además del cuero de plena flor, de emplear materiales reciclados. Por ello, utilizamos restos de cuero para elaborar nuestras cajas de joyería, hoy en día mayoritariamente hechas de cuero reciclado. Además, todos los empaques están certificados por los sellos FSC y PEFC, que garantizan una gestión sostenible de los bosques.